domingo, 25 de marzo de 2012

Venus entrando en el mar

En la casa de la playa la bañera está sobre el mar, con vistas directas. A ella le gusta ducharse con la ventana completamente abierta, para poder disfrutar del oleaje, del cielo y las islas, y, por qué no, para que bañistas y paseantes puedan disfrutar de ella.

No le importa ser consciente de que buzos y surferos miran-admiran su silueta. Es más, le gusta, la invita a enseñarse, a recrearse en gestos lentos que acompasen el batir de las olas en las que ellos se adentran. Y sueña que es la misma espuma que bate en la playa la que resbala por su piel, dejándola blanca como arena.

3 comentarios:

  1. ¿Y esa dimensión exhibicionista? Bueno, debo de confesar que no me sorprende del todo su anasyrma, es cosa de sacerdotisas, de mujeres sagradas símbolo de la sexualidad,... excitando a los hombres de su entorno (porque no dude que se excitan) consigue estar presente de forma permanente en su sexualidad, garantiza que se perpetue la especie.

    Y mientras contempla el mundo desde esa ventana toma conciencia de que, si sigue existiendo, es grácias a usted

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  2. Entiendo que la foto es tuya...una invitación a buscar la ventana de esa casa en la playa.

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  3. Entiendes bien. La foto es mía, la casa es mía, la ventana es mía. La playa, de todos...

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