martes, 1 de mayo de 2012

A caballo

A caballo entre una cosa y otra, entre mi mundo real y mi trastienda. Cuando me siento a descansar en uno, me levanto en el otro. Ya no sé dónde soy más yo, dónde está la más auténtica. Y así día tras día. Algo esquizoide todo esto. Pero esta soy yo al completo, supongo. No hay una sin la otra. Son partes de mí que se complementan.
Y soy así para mí misma, aunque no haya público en las gradas. A veces, para ser sincera, me siento un poco sola. Yo en mi mismidad. Me doy algo de pena. Pena de no poder compartir de verdad con otros seres parecidos a mí, o distintos a mí; con otros seres, en definitiva. Porque siento que tengo tanto por darme y para dar... Pero no me vale cualquiera, eso es cierto. No me vale cualquiera.

3 comentarios:

  1. Una y dual. Suerte de que no es una y trina, en tal caso su divinidad sería completa, pero probablemente no habría trastienda y a mi, lo reconozco, me fascina su trastienda, y me fascina especialmente porque me permite compartirla, asomarme a ella, fantasear,...

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