miércoles, 25 de abril de 2012
En el ascensor
La próxima vez que entres en un ascensor, y a partir de esa todas las demás, que serán muchas, no podrás evitar pensar en mí. En cómo hoy me encontraste en él, esperándote desnuda. Me resultó tan tierno tu azoramiento... La puerta se abrió y aparecí ante ti gloriosa, en toda mi esencia. Tus ojos se abrieron como bocas atónitas, tus mejillas se incendiaron al momento. Tosiste, te atragantaste con tu propia saliva. La puerta se cerró y quedamos a solas dentro. Clavaste tu mirada en el suelo de moqueta, pero el rabillo de tu ojo se alió con el espejo. No cruzamos palabra. Yo no sé tu nombre, ni tú el mio. No hay nada entre nosotros, salvo 21 pisos de agónico deseo.
martes, 24 de abril de 2012
Una perspectiva nueva
Desde esta perspectiva el tiempo se me para, y la cabeza corre. Hoy duermo poco y mal, y entonces será poco pero bien, espero. Y habrá un primer plano, y un segundo, y un tercero. Bien definidos. Asombrosamente enfocados cada uno de ellos. Pero superponiéndose, eso quiero. Y por ahora no imagino nada más. Pero sé que me cargaré de deseo. Fundido a negro.
domingo, 22 de abril de 2012
Melocotones maduros
Con el verano llega la temporada del melocotón. Futa sensual por excelencia: francamente evocadora, igual que el terciopelo se deja acariciar, parece esperar el contacto con una mano que compruebe su tersura y su calidez. Cuando está en su punto de maduro, adquiere un color rosado, de mejilla arrebolada, de fugaz cachete. Como Carrol imaginó, susurra suavemente al oído: cómeme, pruébame.
Qué lástima que haya que esperar hasta el verano!
Qué lástima que haya que esperar hasta el verano!
jueves, 19 de abril de 2012
Tu mirada recorrerá mi geografía
Así es como quieres tenerme?
Así es como quieres mirarme? Con un Lagavulin en una mano y un cigarrillo en la otra? Así quieres costearme? Pues así me tendrás. Pero no estaré sola... Tendrás que aprender a compartir tu mirada. Estoy segura de que puedes.
Así es como quieres mirarme? Con un Lagavulin en una mano y un cigarrillo en la otra? Así quieres costearme? Pues así me tendrás. Pero no estaré sola... Tendrás que aprender a compartir tu mirada. Estoy segura de que puedes.
miércoles, 18 de abril de 2012
Tu esclava reina
Seré tu esclava una vez más, tu sierva, tu leal lacaya.
Haz de mí lo que desees. Suéñame como tú quieras, y después moldéame.
Porque me posees por completo, en cuerpo y alma. Para siempre, desde siempre.
Una vez, hace ya mucho, me dijiste con el verbo de Baudelaire:
[Cuando te sientas oprimida por una irresistible desazón, solo entonces, esclava reina que me amas, podrás decirme: "Aquí me tienes, mi señor, soy igual a ti"]
Y aquí estoy. Junto a ti. Como tú siempre me quisiste. Como yo siempre me quise.
Haz de mí lo que desees. Suéñame como tú quieras, y después moldéame.
Porque me posees por completo, en cuerpo y alma. Para siempre, desde siempre.
Una vez, hace ya mucho, me dijiste con el verbo de Baudelaire:
[Cuando te sientas oprimida por una irresistible desazón, solo entonces, esclava reina que me amas, podrás decirme: "Aquí me tienes, mi señor, soy igual a ti"]
Y aquí estoy. Junto a ti. Como tú siempre me quisiste. Como yo siempre me quise.
De princesas y tristezas
De nuevo tomo prestadas palabras e imágenes para mi cuento de hoy... Todo lo demás..., toda la tristeza, es mía.
La princesa está triste.
Qué tendrá la princesa?
Esos ojos melancólicos no me gustan nada, mi pequeña.
No ves que vengo a revivirte? A llenarte de dulzura, a untar con mis mieles tus heridas, para después lamerlas?
La princesa está triste.
Dónde mira la princesa?
La princesa está triste.
Qué tendrá la princesa?
Esos ojos melancólicos no me gustan nada, mi pequeña.
No ves que vengo a revivirte? A llenarte de dulzura, a untar con mis mieles tus heridas, para después lamerlas?
La princesa está triste.
Dónde mira la princesa?
lunes, 16 de abril de 2012
Igual que Neruda...
Temo fracasar en conservar mis recuerdos. Temo no saber escoger los mejores, es tan difícil saberlo...; y temo no saber guardarlos tan profundo, tan adentro, que no haya tiempo que los borre.
Tu voz, que ni siquiera ya tengo, se me irá deshaciendo poco a poco, y no volverá a pasearme. Mis páginas estarán huérfanas. Mis canciones sonarán huecas.
Cómo desandar este sendero sin borrar nuestras pisadas en la arena, que eso no quiero.
Igual que Neruda, puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Tu voz, que ni siquiera ya tengo, se me irá deshaciendo poco a poco, y no volverá a pasearme. Mis páginas estarán huérfanas. Mis canciones sonarán huecas.
Cómo desandar este sendero sin borrar nuestras pisadas en la arena, que eso no quiero.
Igual que Neruda, puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Mi boca a ciegas
Mi boca está preparada para lo que venga, para buscarte a ciegas, para paladearte hasta identificar tu sabor.
Ven, juguemos a la gallina ciega. Deja que te palpe, que encuentre tus secretos. Luego seré yo quien vende tus ojos, y tú quien me encuentre, quien me tropiece.
Reiremos descubriendo nuestros cuerpos, humedeciéndolos palmo a palmo, hasta cansarnos.
Ven, aún no conozco tus sectetos, pero tengo artes de adivina, alma de conquistadora. Ven. Te espero.
Ven, juguemos a la gallina ciega. Deja que te palpe, que encuentre tus secretos. Luego seré yo quien vende tus ojos, y tú quien me encuentre, quien me tropiece.
Reiremos descubriendo nuestros cuerpos, humedeciéndolos palmo a palmo, hasta cansarnos.
Ven, aún no conozco tus sectetos, pero tengo artes de adivina, alma de conquistadora. Ven. Te espero.
Estoy de estreno
Me pregunto cómo será tropezar entre las sábanas con otro cuerpo igual al mío, compartir y ser compartida. Redoblar las risas, los sueños, triangular las ansias, observar desde fuera y al mismo tiempo estar dentro.
Es un nuevo salto en el vacío, y mira que ya le estoy cogiendo afición a esto de sentir el vértigo en el estómago, a esto del preparados-listos-ya. Y no tengo miedo. Es emoción, curiosidad... Un nuevo viaje, a un sitio nuevo. Estoy de estreno.
Y empezó por él, pero ya no es solo por eso. Ahora es también por mí, y por ella, sí; un ella tan parecido a un mí, que me resulta familiar antes de conocerla. Un ella que despierta mi curiosidad y mi deseo.
Es un nuevo salto en el vacío, y mira que ya le estoy cogiendo afición a esto de sentir el vértigo en el estómago, a esto del preparados-listos-ya. Y no tengo miedo. Es emoción, curiosidad... Un nuevo viaje, a un sitio nuevo. Estoy de estreno.
Y empezó por él, pero ya no es solo por eso. Ahora es también por mí, y por ella, sí; un ella tan parecido a un mí, que me resulta familiar antes de conocerla. Un ella que despierta mi curiosidad y mi deseo.
jueves, 12 de abril de 2012
Balcones de tentación
Los balcones no solo son para contemplar, sino también para ser contemplada. Esas barandillas antiguas, cortadas a la medida de nuestras abuelas, son un guiño al hombre que pasa por detrás. Le ofrecen el sugerente espectáculo de un hermoso culo en pompa y unas rodillas que se aproximan, dando a la silueta un aire de garza. Parece una invitación a pasear su mano por esa espalda que se curva cóncava, luego asir una cintura que seria tentación del mejor sastre, y acabar posando la palma en una nalga redonda y firme, que, saltona, lo llama.
miércoles, 11 de abril de 2012
Rara avis
Me siento pájaro exótico, rara avis que atrae con su canto algo extraño y su plumaje colorido. Consciente de ello despliego toda mi hermosura para captar la atención de quien pasa cerca de mi jaula. Y lo consigo. Pero no por ello dejo de estar presa. Soy, para el hombre que me mira atento, divertimento de salón, mera curiosidad, extasiante rareza. Muchos se entregan pasmados a observarme entre los barrotes que me frenan. Pero llegará la hora, estoy convencida, en que alguno de ellos se decida a abrirme la puerta. Y entonces alzaré el vuelo, tan alto, tan lejos, que todo lo que deje atrás parecerá muy pequeño.
martes, 10 de abril de 2012
Tan solo un striptease
Creo que hoy no tengo fuerzas para nada más, pero al menos te haré un striptease que te recuerde quién soy y lo que puedo hacerte sufrir. Todavía me quedan energías para darle un vuelco a tu vida, a tus noches y a tus días. Para dejarte prendido en pensamientos que torturen tu mente mientras yo desaparezco a reponer fuerzas, a rebuscar en mi interior para encontrar de nuevo a la diosa que fui. Sed de hombre, vuelve a mí.
martes, 3 de abril de 2012
Enfundada en mi falda tubo
Vestir una falda tubo ajustada puede tener varios significados, por supuesto, pero el más elemental y evidente de todos es mandar un mensaje a los hombres con los que te cruzas: mira este culo goloso, tiene espíritu de chuchería; repara en mi vientre plano, a que te gustaría palparlo, acariciarlo, besarlo? De mis piernas solo te enseño lo que asoma de pantorrilla, para que tú dibujes el resto y adivines lo que camina en su cima.
La falda tubo alarga la silueta, y sabe guiar hábilmente la mirada masculina hasta los tobillos, esa delicatessen solo para gourmets, que deviene en obra de arte cuando los pies se aúpan sobre unos tacones como está mandado.
La falda tubo es, además, la mejor aliada de las curvas femeninas. Cuando son bien proporcionadas, claro, como es el caso de las mías.
Pero esta clase de falda es, al tiempo, una prenda exigente, que no puede llevar cualquiera. Requiere carácter, riaños, genio y figura. No admite vergüenzas, recatos o medias tintas. La falda tubo está pensada, diseñada a mi medida.
La falda tubo alarga la silueta, y sabe guiar hábilmente la mirada masculina hasta los tobillos, esa delicatessen solo para gourmets, que deviene en obra de arte cuando los pies se aúpan sobre unos tacones como está mandado.
La falda tubo es, además, la mejor aliada de las curvas femeninas. Cuando son bien proporcionadas, claro, como es el caso de las mías.
Pero esta clase de falda es, al tiempo, una prenda exigente, que no puede llevar cualquiera. Requiere carácter, riaños, genio y figura. No admite vergüenzas, recatos o medias tintas. La falda tubo está pensada, diseñada a mi medida.
lunes, 2 de abril de 2012
Fiesta de espuma en mi bañera
Ojalá fiesta de espuma en mi bañera. Ojalá celebración de los sentidos: mi olfato jugando con lavanda fresca, mi oído divertido con el crepitar blanco, mi tacto dejándose conquistar por el calor y la humedad, a ver quién lo saca a bailar primero.
Y me siento una diosa allí dentro, reina de mi espacio, dueña de mi tiempo. Solo me falta una cosa: un dios de la espuma, compañero de juegos.
Y me siento una diosa allí dentro, reina de mi espacio, dueña de mi tiempo. Solo me falta una cosa: un dios de la espuma, compañero de juegos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)