Mi boca está preparada para lo que venga, para buscarte a ciegas, para paladearte hasta identificar tu sabor.
Ven, juguemos a la gallina ciega. Deja que te palpe, que encuentre tus secretos. Luego seré yo quien vende tus ojos, y tú quien me encuentre, quien me tropiece.
Reiremos descubriendo nuestros cuerpos, humedeciéndolos palmo a palmo, hasta cansarnos.
Ven, aún no conozco tus sectetos, pero tengo artes de adivina, alma de conquistadora. Ven. Te espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario