sábado, 2 de junio de 2012

Y si soy yo la que te ato a ti?

Te ato para contenerte, para domarte por una noche. Así, embridado, serás mio por más tiempo. Retendré tu deseo hasta agotarte y consumirte, hasta tu desespero.

Te contemplaré enhiesto y bravío, como un hermoso caballo de doma. El más pura raza de todos ellos.

Durante ese tiempo seré yo quien esté al mando. Y tú solo desearás una cosa: ser enteramente mio.

1 comentario: