Intentaron enseñarme a ser discreta. Fracasaron. Intentaron enseñarme a ver la vida de un color amable, y lo consiguieron sólo a medias. No contaban con mi obcecación y con esa tediosa manía de la realidad por vestir de oscuro.
Porque siempre hay algún cretino que viene a demostrarte con contundencia ofensiva que eso no son flores, son berzas del campo, y que todo aquello en lo que ingenuamente buscas poesía y belleza, no es más que un contratiempo para otros, o aún peor, una tontería.
Y cada vez derrotada por las pruebas, en lugar de callarme, que es lo que debiera, como no fueron capaces de enseñarme a ser discreta, lo digo alto y claro, con la absoluta convicción de que no es el problema de otros, sino mi problema.
martes, 23 de abril de 2013
domingo, 21 de abril de 2013
Olvida que me quieres
- Haz una cosa: olvida que me quieres.
- Y eso cómo se hace?
- Prueba a pensar que no soy yo.
Entonces, toda la furia contenida se desató al fin.
Tras acabar, subí las escaleras sintiéndome una zorra y una princesa.
- Y eso cómo se hace?
- Prueba a pensar que no soy yo.
Entonces, toda la furia contenida se desató al fin.
Tras acabar, subí las escaleras sintiéndome una zorra y una princesa.
sábado, 20 de abril de 2013
Fumo
Porque me consumo, o para no consumirme, o para hacerlo antes, más rápido, pronto.
Fumo como solución de continuidad, de transición; para pasar de una sala a otra sin preguntas, de una conversación a otra. La mejor excusa es un cigarrillo.
Ahora, además, fumo para rebelarme, por dignidad, por no doblegarme. De terraza en terraza, pasando frío, con la frente muy alta y el pulmón muy maltrecho.
Con la consciencia del que se sabe libre aunque idiota.
Porque me da la gana, fumo.
Fumo como solución de continuidad, de transición; para pasar de una sala a otra sin preguntas, de una conversación a otra. La mejor excusa es un cigarrillo.
Ahora, además, fumo para rebelarme, por dignidad, por no doblegarme. De terraza en terraza, pasando frío, con la frente muy alta y el pulmón muy maltrecho.
Con la consciencia del que se sabe libre aunque idiota.
Porque me da la gana, fumo.
viernes, 19 de abril de 2013
Armas de mujer
I- Cuando los recursos racionales o el atractivo fallan, es el momento de apelar a la compasión ajena y a la culpa.
II- Negarlo todo, siempre, en cualquier circunstancia. Este recurso se conoce como gitanada.
III- Poner constantemente a prueba la propiedad de la ductilidad. Hasta dónde puedes retorcerlo sin que se rompa.
IV- El mejor aprecio es dar desprecio. Seguidamente, redacta una queja para elevar a alguna instancia.
V- En el ámbito de la relación con las iguales, rivalizar es un concepto confuso. Acuchillar es más claro y definitivo.
VI- El incumplimiento de la ley no exime de su ignorancia. Pero ojo al aplicar este principio, sólo funciona con agentes de la ley varones.
VII- Nunca busques el conocimiento, sólo el reconocimiento. El primero es fatigoso y peligroso, puede volverse en tu contra.
VIII- Decide qué rasero emplear con los demás y encarga para ti otro más holgado. Y si alguien se da cuenta de ello, actúa como cuando te preguntan qué talla usas o cuántos años tienes: siempre dos por debajo.
IX- En relación a los varones: tú eres la princesa que siempre te contaron que eres y ellos son estúpidos, ya se sabe; no alcanzan a comprenderte. Una especie que no usa complementos es una especie inferior.
X- Cumplir años es un handicap inevitable que debes aprender a rentabilizar: juega con la edad como argumento a tu favor para aplastar a esas jovencitas intrépidas a las que tanto odias. Y aún cuando las creas devastadas, no subestimes el instinto de tu macho.
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