jueves, 18 de octubre de 2012

Los hombres en mi vida

No quisiera llamarles los hombres "de" mi vida, porque no sería hablar con propiedad. Pero, sin lugar a dudas, son todos ellos importantes para mí. Hombres que he sentido míos, que he hecho míos, y a los que pertenezco.

Todos tan distintos... Cada uno me ha aportado algo diferente y a cada uno he podido darle lo mejor de mí. De mis mil caras, una de las mejores. De las peores también...

Con la edad he descubierto que no soy mujer del todo sin un hombre a mi lado. Y lo digo sin pudor, sin miedo a que esto suene machista. Porque no es reflejo de una carencia. No los necesito, pero sí los deseo, porque me completan. Son la llave que me abre las puertas a mí misma, y a mi poder de hembra. No los preciso para encontrarme: sé de sobras quién soy. Simplemente me permiten mostrarme en toda mi plenitud. Todo lo que llevo dentro, que es mucho, no es nada si no tengo a quien entregarlo. Y ellos son los elegidos. Cada uno por una razón distinta. Sé que tengo algo que regalarles. Y me siento llamada a hacerlo porque, de algún modo, se lo debo. Me lo debo. Gracias a todos ellos.

2 comentarios:

  1. Es lúcido y valiente reconocer no ser mujer del todo sin un hombre al lado; aunque sólo sea constatar la realidad y aunque las palabras que siguen intenten desvirtuar esa realidad.
    Creo que hay que quedarse con ese no ser mujer y cocerse ahí a fuego lento,tiempo y tiempo hasta que deje de importar.
    Se puede ser Margaret Tatcher o Angela Merkel pero no se puede ser mujer sin un hombre que custodie su vulnerabilidad esencial.
    Los hombres,sin embargo,no necesitan a una mujer para ser hombres.Es más, necesitan haberse librado de una mujer -la madre- para serlo.

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